COMPENSION ANALOGICA DE LA LECTURA.EJERCICIO
DE CONSOLIDACION.
Descripción.- en esta lección seguimos profundizando en el proceso de la comprensión
de la lectura, las analogías, al igual que las inferencias, tienen origen de
naturaleza dual; pueden estar planteadas por el autor en la lectura, o pueden
ser producto de la imaginación del lector. Las que son introducidas por el autor,
generalmente, tienen un propósito explicativo.
Ejercicio.-
Analizar el siguiente escrito.
Para ello realice lo que se pide.
Lo tuyo y lo mío
Cuando la señora llegó a la estación, le informaron que su tren se
retrasaría aproximadamente una hora. Un poco fastidiada, se compró una revista,
un paquete de galletas y una botella de agua. Buscó un banco en el andén
central y se sentó, preparada para la espera.
Mientras ojeaba la revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un
diario. De pronto, sin decir una sola palabra, estiró la mano, tomó el paquete
de galletas, lo abrió y comenzó a comer. La señora se molestó un poco; no
quería ser grosera pero tampoco hacer de cuenta que nada había pasado. Así que,
con un gesto exagerado, tomó el paquete, sacó una galleta y se la comió mirando
fijamente al joven.
Como respuesta, el joven tomó otra galleta y, mirando a la señora a los
ojos, se la llevó a la boca. Ya enojada, ella cogió otra galleta y, con
ostensibles señales de fastidio, se la comió mirándolo fijamente.
El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta. La
señora estaba cada vez más irritada, y el muchacho cada vez más sonriente.
Finalmente, ella se dio cuenta de que sólo quedaba una galleta, y pensó: “No
podrá ser tan caradura”, mientras miraba alternativamente al joven y al
paquete. Con mucha calma el joven alargó la mano, tomó la galleta y la partió
en dos. Con un gesto amable, le ofreció la mitad a su compañera de banco.
— ¡Gracias! —dijo ella tomando con rudeza el trozo de galleta.
—De nada —contestó el joven sonriendo, mientras comía su mitad.
Entonces el tren anunció su partida. La señora se levantó furiosa del banco
y subió a su vagón. Desde la ventanilla, vio al muchacho todavía sentado en el
andén y pensó: “¡Qué insolente y mal educado! ¡Qué será de nuestro mundo!” De
pronto sintió la boca reseca por el disgusto. Abrió su bolso para sacar la
botella de agua y se quedó estupefacta cuando encontró allí su paquete de
galletas intacto.
Identifica el tema
principal
Nuestros prejuicios y
decisiones apresuradas nos hacen valorar erróneamente a los demás y cometer
graves equivocaciones
Lee parte por parte y
apunta todas las ideas que vayas identificando.
La desconfianza, ya
instalada en nosotros, hace que juguemos arbitrariamente a las personas y las
situaciones, encasillándolas en ideas preconcebidas alejadas de la realidad.
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